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Int: Para intentarlo uno necesita fe.
Mah: Primero debe haber el deseo. Cuando el deseo es fuerte, la voluntad de intentarlo vendrá. Usted no necesita la garantía del éxito, cuando el deseo es fuerte. Usted está dispuesto a jugar sin más.
Int: Deseo fuerte, fe fuerte —viene a ser lo mismo. Estas gentes no confían ni en sus padres ni en la sociedad, ni siquiera en sí mismos. Todo lo que tocan se convierte en cenizas. Déles una experiencias absolutamente genuina, indudable, más allá de las argumentaciones de la mente y ellos le seguirán a usted hasta el fin del mundo.
Mah: ¡Pero yo no estoy haciendo nada más! Incansablemente atraigo su atención al único factor incontrovertible —el de ser. Ser no necesita ninguna prueba —prueba todo lo demás. Con solo que profundicen en el hecho de ser y descubran la vastedad y la gloria a la que el «yo soy» es la puerta, y crucen la puerta y vayan más allá, su vida se llenará de felicidad y de luz. Créame, el esfuerzo requerido es como si fuera nada cuando se compara con los descubrimientos a los que se llega.
Int: Lo que usted dice es cierto. Pero estas gentes no tienen ni confianza ni paciencia. Un corto esfuerzo les fatiga. Es realmente patético verles tanteando a ciegas y sin embargo incapaces de agarrarse a la mano que les ayuda. Fundamentalmente son gentes buenas, pero están totalmente desconcertados. Yo les digo: ustedes no pueden tener la verdad en sus propios términos. Ustedes deben aceptar las condiciones. A esto ellos responden: Algunos aceptarán las condiciones y otros no. La aceptación o no aceptación son superficiales y accidentales; la realidad está en todos; debe haber una vía que todos puedan recorrer —sin ninguna condición aferente.
Mah: Hay una tal vía, abierta a todos, sobre todos los niveles, en todos los ámbitos de la vida. Todo el mundo presencia que es consciente de sí mismo. Profundizar y ampliar la presenciación de sí mismo es la vía real. Llámela observancia o aplicación o solo atención —es para todos. Nadie está inmaduro para ella y nadie puede fracasar. Pero, por supuesto, usted no debe estar meramente alerta. Su observancia debe incluir a la mente también. La presenciación es primariamente presenciar la consciencia y sus movimientos.